Transformaciones económicas. La era del decrecimiento. de donde venimos.
Si la revolución industrial fue el inicio del paradigma del crecimiento económico basado en el consumo de combustibles fósiles usados para sustituir fuerza de trabajo humano y animal por la generada por esos combustibles a través de las máquinas y liberando enormes recursos humanos para otras actividades. Estas nuevas actividades han sido, cada vez mas, de tipo intelectual. Este proceso llevo además aparejado otros procesos tales como:
- procesos productivos complejos,
- especialización de los puestos de trabajo,
- tecnificación de los procesos de información,
- creación de sistemas de computación para gestionar los anteriores,
- la interconexión de los sistemas de computación para que operen enviando / recibiendo información.
- diseño de sistemas de computación que procesan grandes cantidades de información para la toma de decisión,
- interconexión a través de esos procesos de información usando equipamiento y su operación de modo remoto.
Todos estos procesos además favorecen la concentración de la propiedad, la creación de unos conglomerados jurídicos que permiten aislar el riesgo legal de la quiebra de esa propiedad, y la creación de una especialización de la gestión de esa propiedad.
El fracaso de sistemas económicos de gestión de la energía que fueron creados con otros objetivos que no fuera la acumulación del capital provocó que el modelo capitalista de crecimiento indefinido se implantara a nivel global. Esto ha llevado en los últimos 30 años a un proceso de globalización de la economía donde el propietario del capital opera compañías a lo largo y ancho del mundo apoyado en esos sistemas de información. Creando la conexión entre mercados aisados de forma telemática. De esta forma este capital ha funcionado como intermediario entre oferentes y un demandantes separados físicamente por miles de kms.
Todo lo anterior apoyado en un consumo de energía sin parangón en la historia de la humanidad. Consumimos de hasta 85billones de KW/h por año, un cálculo aproximado. El origen principal de esta energía proviene fundamentalmente del petróleo, y el carbón. Pero es un hecho que hemos llegado a un techo, no hay más petróleo a corto plazo para permitir la expansión de esa necesidad de nuestro modelo económico de crecimiento. No podemos crecer porque no podemos, por ejemplo: producir más botellas de plásticos, incrementar la cantidad alimentos envasados, etc; porque la energía que empleamos en ello y que necesitamos aumentar no está disponible a un precio atractivo para emplearlo en actividades económicas favoreceradora para ello. Esto es que no podemos crecer porque no tenemos más energía para hacerlo. Es más es un hecho que las fuentes fósiles de energía se agotan de forma lenta pero inexorable. Algunos países ya no pueden producir más (EEUU, Arabia Saudi,etc), otros ya están cerrando sus fuentes nacionales (veáse Gran Bretaña en el Mar del Norte, Mexico,etc) y otros directamente ya no pueden producir ni tan siquiera para abastecer su consumo interno (veáse Argentina, y otros).
Otros países, los no productores, están sufriendo el descenso de su PIB. Esto es directamente no pueden pagar los precios internacionales, tanto en mercado a c/p como a l/p, de los combustibles. Esos países han entrado directamente en crisis institucionales y en un medio plazo es probable que se conviertan en estados fallidos, tal como ha ocurrido con Yemen, o está ocurriendo con Sri Lanka, etc. Otros países directamente ya están excluidos del circuito, sobre todo países africanos. En los próximos años asistiremos a revoluciones en naciones en vías de desarrollo y entrar en crisis. África ya lleva más de una década, algunas zonas de Asia ya están iniciando el proceso, Hispanoamérica tardará ,porque hay importante productores regionales (México, Venezuela, Brasil, etc) pero pronto no podrán atender su propia demanda interna y se iniciará un proceso inverso al crecimiento: el Decrecimiento.
Este proceso comenzará con una espiral inflacionaria que empobrecerá a las capas más desfavorecidas de la sociedad, seguidamente y como medida por parte de los estados se producirá un proceso de control a la economía consumista reduciendo los niveles de vida y confort para adecuarlos a la cada vez más menguante oferta energética. Este proceso reduccionista no dejará de provocar tensiones sociales que estallarán en revueltas, más violentas cuanto menor sea el nivel de vida de la población. Posteriormente a la reducción del consumo debido a que esta oferta energética hará imposible el modelo de economía consumista de los últimos 50-60 años de nuestra historia. Veremos unos procesos de reducción a niveles de inicio del siglo XX de los estándares de vida. Los efectos más visibles serán el descenso del transporte masivo privado, será el primero en ser restringido, para posteriormente afectar a la importación de productos foráneos y por último a la reducción de la oferta de cualquier producto de consumo no producido localmente. Las coberturas sanitarias serán cada vez más pobres, desaparecerá una gran proporción de puestos de trabajos asociados actividades energéticamente gravosas, y las que tienen una gran productividad verán recompensado sus niveles debido a que la especialización y la reducción de la oferta por el descenso de la energía disponible los hará una cuasi élite social.
En unos 30 años, la población mundial sufrirá hambrunas, guerras, empobrecimiento, debido principalmente a la destrucción de circuitos económicos que la globalización mantenía gracias a la gran cantidad de energía que consumimos que en ese futuro ya no existirá
Por mucho que los economistas digan, en el largo plazo todos estaremos muertos, pero indudablemente más pobres.
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